Barsis y el Satán

Traducido por Youssef Basty

La lectura del día

Barsis y el Satán

Erase un siervo de Dios del pueblo de  Israel que adoraba a Dios durante setenta años, cosa que el Satán no tuvo paciencia de evitarlo.  El hombre se llamaba Barsis.

Entonces, setenta años, el Satán con sus ayudantes mutuamente, no tuvieron el poder de contestarlo. Al final ése se reunió con ellos en su reino en el mar para enviarlos a cada hombre que era muy difícil conquistarlo.

DIJO:-¿Quién tiene poder conquistar a este hombre? Pasamos setenta años no pudimos hacer nada contra él.

En aquel instante introdujo uno de ellos que se llamaba el Satán Blanco quién fue enviado a los profetas y mensajeros para apartárselos de sus caminos y sus mensajes, y dijo:- Yo me encargo de él. Y le respondió el Satán:-Pues ve a por él.

Entonces, se puso ropa de curas, cortó el cabello y se convirtió en un sacerdote muy fiel a Dios y se dirigió hacia la ermita de Barsis, cuando llegó, comenzó a llamarle, pero no le contesto porque nunca contestaba a ninguno mientras estaba rezando. Estaba muy concentrado con su dios. Solía rezar diez días seguidos, y sólo descansaba un día después, entonces entro el Satán Blanco, y se apareció a Barsis como si estuviera rezando junto a él. Rezaba con él diez días, y cuando acabaron, le miro Barsis y le dijo:

-           ¿Para qué has venido?, y cuál es tu historia.

-           He venido a tenerte como ejemplar, y adorar al dios, como tú. Entonces lo dejó y ambos empezaban a rezar, no era eso sólo, sino añadió el siervo sus oraciones, y no paraba hasta los cuarenta días, ayunaba cuarenta días, y comía en otras cuarenta días, para experimentarlo y ver si suportaría o no. Y el Satán Blanco con su astucia pudo aprobar el examen y se quedó en esta situación un año completo. Al final Barsis le pareció obvio que el Satán era un siervo muy fiel al dios no quería nada de la vida, y cuando acabó el año, le dijo el satán a Barsis:-pensaba que adorabas al dios más que esto, porque algunos me dijeron que eres el mejor, en cambio veo que haces poca adoración.

Muy sorprendido protestó el siervo:-¿qué dices?

-deseo buscar a quién es mejor que tú- volvió a insistir el Satán.

Con esa situación, hirviendo, desesperado y con mucha ansia le pidió Barsis que se sentase.

Pero, no obstante, insistió a hacer lo que decidió, y le iría a enseñar unas palabras que tendría que aprenderlas, porque te servirían.

Y le dijo Barsis:- pues ¿cuáles son?

Dijo:-Palabras si las dices a un enfermo, el dios le cura, y si las dices a un miserable, también se cura.

-Dijo: ¿pero dime cuáles son?

Se las enseñó y lo dejó, y fue al gran Satán, ése le preguntó:- ¿qué hiciste con el hombre?

-Le he hecho mucho daño- dijo.

-¿Y cómo? Pidiendo más aclaración el gran Satán.

Dijo:- ten paciencia.

Entonces el Satán Blanco fue a un hombre entre la gente y le estranguló y se puso epiléptico. En aquel momento la gente empezó a buscar a un médico, y por supuesto el Satán Blanco se convirtió en él, y vino al pueblo y dijo:- Yo lo curo, y de su parte la gente le trajo al epiléptico. Lo miro y dijo que tuvo epilepsia y sólo un hombre que podría curarle.

Todos le preguntaron:- ¿quién sería?

No tardó en contestar y les mandó a Barsis el siervo, y aseguró que podría curarle.

Inmediatamente lo llevaron a él. Entonces le dijo las palabras y partió el Satán de él, y se curó.

Más adelante, El satán Blanco estranguló a un segundo, tercero, cuarto y quinto. Y ya empezó Barsis a ser conocido entre el pueblo gracias a las palabras que le enseño el Satán Blanco.

En la misma época hubo un rey judío que tuvo una servidora la cual tenía tres hijos, ésa le hizo El Satán Blanco lo mismo que hizo con los cinco hombres y en esa situación les dijo como médico falso que el Satán que estaba dentro de ella era muy fuerte y revolucionado y sólo Barsis que podría conquistarlo. De sus partes ellos fueron a pedirle ayuda al siervo en su ermita, pero se negó, y el motivo era que no pudo aceptar curar a una mujer  porque pudo ser que le atrajera su cuerpo y cayese en un adulterio. El Satán Blanco tampoco se rindió y exigió que la dejaran en una cueva cerca de la ermita de Barsis, y cuando se  puso epiléptica, seguramente le diría las palabras y se curaría gracias a dios. Entonces la llevaron a la cueva.

Más tarde, vino el Satán Blanco a Barsis y empezó a susurrarle y le dijo:- Es una joven enferma y sufre la pobre, dile las palabras para que se cure y vaya con su familia. ¿Por qué tiene que quedarse sola en esta cueva? Tal vez vengan algunos malvados y le hagan mal. Baja a la cueva y justamente lee por ella y se irá.

Entonces bajó el siervo de su ermita, y cuando se acercó de la cueva, en aquel momento el satán le había puesto epiléptica a la chica y empezaba a desnudarse sin querer y sin darse cuenta de lo que hacía, y justamente cuando entró Barsis a ella miró a su cuerpo, el cuerpo que nunca había visto. Se giró hacia otro lado, pero el satán empezó a susurrarle de nuevo, y le dijo:- ¿has visto? Sí no la curas se desnudará así para siempre.

Y empezó a acordarle de la imagen, y le pidió que volviera a leerle las palabras, y volvió y miro el cuerpo desnudo otra vez. El satán en esa situación intento dos y tres veces con Barsis para que la curase hasta que cometió adulterio con ella. El Satán aún no estaba satisfecho y siguió a susurrarle una vez y dos y tres y cuatro hasta que metió  el adulterio varias veces. Al final se quedó embarazada y más adelante tuvo un niño.

 En aquel instante vino el Satán a él y le dijo:- ¡Hombre! ¿Haces esto? Si vienen sus hermanos y le miran, será un gran escándalo para ti y así hablaría la gente muy mal de ti y de los otros siervos de dios como tú.

Y le dijo al Satán:-¿Pues qué hago?

-Mátala y luego pídele al dios que te perdone, y lo hará, es misericordioso- lo aconsejó el Satán.

Entonces se fue a ella y la mató y mató a su bebé. Y le dijo el Satán: - vete a enterrarla de noche en un lugar que te enseño, para que nadie te vea, y cuando vengan sus hermanos diles que el Satán la hizo epiléptica y la llevo con él para enterrarla.

 En el momento, cuando Barsis acabó de enterrarla, el Satán le saco a la joven un trozo de su ropa fuera de la tumba.

Y llego el momento cuando fueron sus tres hermanos a preguntar por su hermana les  contestó de lo mismo que le dijo el Satán y que no supo adónde la llevo.

Con esta noticia tan trágica para los hermanos, ésos empezaron a buscarla, y cuando perdieron la esperanza, volvieron a su casa, creyendo  todo lo que les dijo el siervo de dios. Por la noche vino el Satán Blanco a ellos en sus sueños y dijo a cada uno que su hermana no la llevó el satán, sino la mató Barsis después de cometer el adulterio conella cuantas veces  y dejarla embarazada, y la enterró en un montaña, y les enseñó donde estaba. Cuando se levantaron dijo el hermano pequeño: - He visto en mi sueño esta noche esto y esto- y les conto todo lo que vio en el sueño. Y dijo el mediano:- y yo también. Lo mismo lo dijo el hermano grande, pero antes de creerlo, fueron a Barsis y le contaron la historia.

Él, muy enojado, triste y enseñando las lágrimas y mucha pena, les dijo:-¿Me acusáis y yo soy el siervo más fiel de dios? ¿Me acusáis y he pasado toda mi vida rezando?

Sintieron culpa y le pidieron perdón y juraron que no irían a acusarle. Entonces volvieron de donde vinieron.

A la noche siguiente les visitó el Satán en sus sueños por la segunda vez. Y les dijo que Barsis les mintió, y pidió que fuesen a la misma montaña, allí encontrarían al trozo de su ropa que todavía no estaba enterrado. Esta vez le hicieron caso y fueron al lugar, allí excavaron la tumba y por supuesto encontraron al cadáver de su hermana y de su bebé al lado.

Perdiendo la razón, volviéndose locos y llenos de ira fueron a Barsis para vengarse.

Cuando llegaron empezaron, nerviosamente y histéricamente  a llamarle con mucha falta de respecto y sus ojos llenos de maldad.

Pasó un rato y entonces decidieron bajarle de su ermita.

 Dijeron:- Nos mentiste enemigo de dios- y empezaron a insultarle con los peores insultos que había, le golpearon fuerte y lo arrastraron al rey judío en cuerda al cuello. Y antes, le destruyeron su ermita.

Entre las manos del rey con la presencia del pueblo, se juzgó y se decidió a ahorcarle en la cruz. En aquella situación tan grave, y mientras lo ponían encima de la cruz vino un hombre viejo, se acercó de él y le dijo:-¿Me has conocido?

Deprimido le dijo Barsis:-No, nunca te he visto.

Contesto el viejo:- soy el que adoró a dios contigo durante un año, y te enseñe las palabras para curar a la gente, y yo que te he llevado hasta esta situación y yo el único que puedo salvarte de la horca. Si mueres, toda la gente hablará mal de ti y de los siervos de dios como tú.

Barsis fue muy horrorizado, débil y sin razón y pensaba que estaría con la gente del infierno porque olvidó que el dios perdona a quién le pedía disculpa.

En aquel momento y sin pensar le dijo al satán Blanco que se convirtió en hombre viejo:- ¿Y qué vas a hacer para salvarme?

Lentamente y con mucha paciencia, como antes, le contesto el Satán:- Pues depende de ti, si me realizas un gran deseo mío, seguramente te salvaré.

-           Y cuál es tu gran deseo- le dijo Barsis desesperadamente.

El Satán Blanco llegó hasta el fin de su trabajo tan largo y ya la oportunidad vino hasta él para que el Gran satán estuviese satisfecho.

El Satán Blanco aprovechó el momento y le pidió a Barsis que le prosternase y sólo una vez.

Barsis aceptó rápidamente. No tuvo otro remedio, pero el Satán, desgraciadamente, rompió su promesa y lo abandonó en el peor momento de su vida y le dijo:-Has sido incrédulo, has abandonado a tu dios, soy inocente de lo que has hecho, temo a dios y todo lo que quería de ti era que me prosternaras a mí.

El rey estaba mirando todo eso delante de sus ojos, y como era creyente de dios, ése le corto la cabeza a causa de todos los asesinatos que cometió e incluso a causa de su incredulidad.

El Satán Blanco volvió al reino del gran Satán para enseñarle a él y a sus compañeros, su orgullo y el gran trabajo que hizo.